Su deseo se cumplía cada día, cada hora que pasaba,
Ella trataba de comprender aquel juego casi cruel del destino que se empeñaba en cumplir su petición,
Buscaba explicaciones, excusas e incoherencias pera esa justa e injusta ilusión realizada.
El momento del encuentro llegó más temprano que tarde,
Y ella sintiendo mucho más de lo que pensamientos cruzasen por su cabeza contradijo a su conciencia,
Gritó y Juró al mundo que No Quería despertar, Que no iba pedir nada más. Solo se conformaba con tener su amor infinito!!
Y así fue…su amado se hizo presente y acercándosele le susurro melodiosamente al oído que no podía quedarse por mucho tiempo, que la amaba y deseaba con locura, que su amor y corazón le pertenecían – Así como lo hacían los Caballeros de tiempos antiguos- pero que su destino estaba en otro lugar en otro universo, y que solo se podía llevar con él el corazón de su amada envuelto en papel.

[Y fue fácil ilusionar a la niña que pretendía cautivar,
Y fue más fácil que ella dejara de ser ella para acercársele…]
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